La evolución de la educación desde la época feudal hasta los tiempos modernos
Ronald S. Anderson
Es increíble como en la actualidad, Japón es una potencia mundial reconocida por su gran innovación industrial y técnica, luego de sido un país subdesarrollado. Esto ocurrió aproximadamente dos siglos atrás, cuando los japoneses entusiasmados por construir un sistema educativo portentoso, en su sed de conocimiento se aventuraron por investigar la forma de gobierno, descubrimientos e historia de los países que conformaron el poderoso imperio del occidente. En lecturas anteriores estudiamos que E.U.A había tenido un resultado satisfactorio en educación y que había sido de gran influencia para muchos países entre ellos Francia, México y Japón.
Japón también es conocido por ser una isla con una población homogénea, un lenguaje, un sistema de valores y una tradición histórica común. En aquella época, su sistema de gobierno estaba basado en el Feudalismo imperativo, un sistema económico, político y social que existió durante toda la Edad Media, que descansaba sobre la agricultura; esto quiere decir, que el poder estaba en manos del señor feudal (rey absoluto de vidas y hacienda), quien ocupaba la cúspide de la pirámide social, debajo del rey se encontraban los grandes vasallos (que este caso serían los jefes de los clanes), los plebeyos y en el último escalón, se divisaba la clase campesina. El papel de la Iglesia era persuadir a toda la población de seguir al pie de la letra las leyes de su rey, para ello, utilizaban la enseñanza moral de la sabiduría de Confucio, que les enseñaba que debían respetar las leyes divinas y ofrecer sus servicios ante el rey divino.
CONFUCIO: Filósofo, teórico social y fundador de un sistema ético - más que religioso - que ha llegado hasta nuestros días, Kung-tse (Confucio, para occidente) vivió en la China feudal hace 2.500 años, entre el 551 y el 479 a. C. Sus orígenes eran muy humildes, pero desde joven mostró una gran inclinación por los libros antiguos y, con el tiempo, desempeñó una alta posición como funcionario del estado de Lu, en la actual provincia de Shang-tung.
Por la amplitud y profundidad de su sabiduría, pronto llegó a ser conocido como Kung el Sabio (Kung-Fu-Tsu, que los misioneros escribieron como Confucio), pero esa nombraría no impidió que una intriga política le obligara a exhibirse y a peregrinar durante trece años de una corte a otra, intentando persuadir a los monarcas de que adoptaran sus ideas sobre la justicia y la convivencia en armonía.
Decepcionado, acabaría refugiándose en la enseñanza y reuniendo a su alrededor a numerosos discípulos, con los que recogió y sistematizó los cinco grandes textos de la tradición china: El célebre Yi-King o Libro de las Mutaciones, el Chu-King o Canon de la Historia, el Chi-King (Libro de las Canciones), el Li-Ki (Libro de los Ritos) y los Chun-Ching o Anales de primavera y otoño.
Las enseñanzas de Confucio, que han llegado hasta nosotros gracias a sus alumnos, se hayan reunidas en los cuatro libros clásicos.
Lejos de la mística y de las creencias religiosas, el confucionismo se propone como una filosofía práctica, como un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo. El objetivo, en último término, no es la "salvación", sino la sabiduría y el autoconocimiento.
Durante la sociedad Tokurawa (1604-1868) existían miles de escuelas y una avanzada filosofa de la educación. El sistema educativo escolar era formalista, atrasado, anticuado y clasista; existían vías separadas para los samuráis y plebeyos, por su parte la familias japonesas tenían mucho más insistencia que los varones se prepararan intelectualmente, dejando en segundo plano a las mujeres, ya que tenían un exagerada visión en la formación de futuros líderes que impulsaran el progreso de la nación. En cuanto a los niveles educativos hallamos cuatro tipos:
1.-Las escuelas oficiales (escuelas del clan hanko: Shaheiko): Destinadas para puestos de liderazgo, escuelas encabezadas por el Shaheiko, siendo los maestros eruditos confucianos (consejeros del señor feudal) quienes instruían a los hijos de los samurái del clan hanko. Su currículo era común e incluía textos clásicos del confucianismo para la preparación de la moral, artes marciales, historia japonesa y china, caligrafía, composición y etiqueta. Hacia el fin del régimen feudal se incorporaron estudios occidentales como medicina, lenguas extranjeras (particularmente inglés y holandés) y ciencia militar. Su propósito principal era el de desarrollar el carácter en los niños de la élite, destinados a ser los líderes del futuro Japón.
2.-Las escuelas locales (gogaku): siguieron el modelo de las escuelas de los clanes, algunas fueron establecidas por daimio ilustrados (señores feudales) como ramas de la escuela de cada clan, para atender a los hijos de los oficiales samuráis ubicados en áreas circundantes. Otras fueron iniciadas por los auxiliares de samuráis de alto rango (karo), por plebeyos ricos o por unos y otros. Estas escuelas existían para proporcionar educación a sus hijos, desde el punto de vista del daimio, mantenían la educación moral y servían como medio de control del pensamiento, haciendo a los habitantes de la villa obedientes. Recibían los servicios académicos y una minuciosa supervisión oficial del erudito confuciano del clan. Hacia finales del periodo Tokurawa, la educación de los plebeyos de alto rango se volvió una preocupación importante del gobierno nacional, se permitió que los hijos de los líderes de las villas y de los granjeros ricos (los destinados al gobierno local) fueran admitidos a estudiar en la escuela local junto con los hijos de los samuráis. Por consiguiente, las escuelas sirvieron como instrumento selectivo basado en el mérito y ofrecieron una oportunidad para la movilidad social.
3.-Las academias privadas: Exponían su filosofía particular o sus teorías científicas. Estas academias iban desde las escuelas elementales, hasta instrucciones superiores que ofrecían estudios avanzados para los graduados de las escuelas de los clanes. Las academias privadas también aceptaban hijos talentosos de sacerdotes, granjeros y comerciantes. Como no eran escuelas oficiales, el erudito exponía libremente sus interpretaciones, algunas veces heterodoxas. Solo unas pocas escuelas ofrecían “estudios nacionales”, todas estaban preocupadas por la educación occidental, poniéndole énfasis en el “cultivo del talento” y en los “recursos humanos”.
4.-La escuela de la escritura (terakoya: escuela templo): Estas escuelas no sólo ofrecían la lectura y la escritura de obras morales confucianas y de homilías budistas, sino también materias como aritmética con el ábaco y correspondencia de negocios. Los maestros terakoya salían entre los sacerdotes budistas y sintoístas, de entre médicos desposeídos (ronin), granjeros ricos retirados, y de entre, incluso, algunas mujeres. La escuela típica atendía aproximadamente a 30 alumnos que eran instruidos por un maestro, su esposa y varios alumnos mayores. El pago de la enseñanza era modesto: sake y víveres.
Las escuelas privadas, locales y oficiales, mostraban una atención focalizada en la selección y formación de hombres talentosos, que respetaran las normas de la nación. Para ello, era indispensable conocer los avances científicos y tecnológicos que estaban ocurriendo en los países desarrollados. En general, el resultado final fue un buen enlace entre las ideas e instituciones nativas y las occidentales. La construcción del sistema educativo ideal transcurrió en tres estadios de difusión cultural: 1) adopción en masa de las ideas e instituciones extranjeras, en ciertos casos hasta la exageración; 2) adopción de esas e instituciones a la cultura japonesa, algunas veces al punto de una completa distorsión o improcedencia; y 3) sustitución de las ideas e instituciones extranjeras por una versión totalmente “japonizada”.
El primer paso que se procuró para mejorar las condiciones del sistema educativo e incorporarlo a las costumbre del pueblo, fue la introducción de algunas obras europeas sobre astronomía, matemáticas, medicina y botánica, que fueron traducidas y publicadas, para que circularan en las escuelas de toda la nación.
La dinastía Mejí ( todos los líderes importantes como Hirobumi Ito, Takayoshi Kido, Toshimichi Okubo y Shigebonu Okuma) veían en la educación como un medio para acelerar el progreso. Fue así que en abril de 1868, el emperador Mutsuhito de 16 años, promulgó una Carta juramento de cinco artículos, que tenía el propósito de buscar el conocimiento en todo el mundo para así fortalecer las bases de la política imperial. El plan consistía en enviar a estudiantes de intercambio al occidente para conocer su enseñanza, tecnología y también invitaron expertos como instructores. Considerando como los puntos vertebradores del nuevo plan de enseñanza: 1) los estudios en ciencia y tecnología para impulsar el desarrollo industrial; 2) el derecho, como preparación en la política; y 3) educación, como preparación para la enseñanza.
Dentro de las aportaciones que diferentes países llegaron a hacer para renovar el sistema político, social, económico y cultural de Japón, encontramos que los franceses apoyaron en la revisión y codificación del derecho penal y a enseñar estrategias y tácticas al ejército; los Ingleses instruyeron en técnicas de tejer lana, acuñar moneda, construir y operar ferrocarriles, y organizar la marina; por su parte los alemanes les enseñaron métodos de gobierno local, medicina y fabricación de cerveza; y los norteamericanos les auxiliaron a iniciar un servicio postal moderno, a aplicar reformas agrícolas, realizar la colonización de Hokkaido y a administrar un nuevo sistema escolar.
---El plan educativo japonés comenzó a mostrar resultados positivos de modernización en el sistema educativo nacional, sin embargo, esto acarrearía un costo enorme en la compra de materiales educativos (libros, recursos, pizarrones,…) ---
En 1896 se estableció una nueva universidad con planes de estudio occidentales, que remplazó al viejo colegio confuciano, el Shaheiko. Esta pronto se convirtió en la Universidad imperial de Tokio. No obstante, todavía existía la urgencia en crear un sistema escolar universal que pudiera: 1) edificar la unidad nacional, mediante la lealtad al emperador, y 2) preparar cuadros técnicos para llevar a cabo la modernización.
“El gobierno nacional creó el Departamento de Educación de Tokio, en julio de 1871, con responsabilidad en los asuntos educativos y culturales. Mediante un decreto agregado al Código Educativo de 1872, se instituyó un plan para crear un sistema educativo a gran escala nacional. Copiando el sistema uniforme y centralizado de Francia, iniciado por Napoleón en 1854”.
Desde que comencé a leer la lectura se habla de que Japón quería alcanzar de la noche a la mañana metas sorprendentes en la construcción de un sistema educativo eficaz para solucionar las necesidades de la nación, erradicando mediante ella los problemas de analfabetismo y mejorando la preparación de los maestros, mediante la inclinación y aplicación de diferentes teorías pedagógicas; un ejemplo claro es la aplicación del método educativo del suizo Johann Pestalozzi ( quien sostuvo que la educación debía seguir el desarrollo natural del niño, en lugar de imponérsele. También, criticaba la insistencia de la memorización mecánica, mediante la experiencia directa con objetos y modelos). No obstante, el método de Pestalozzi fue rechazado después, pues está no cumplía con las expectativas de los maestros japoneses, remplazándose años posteriores por el método del alemán Johann Friedrich Herbart (1776-1841) que acertaba en una enseñanza moral que se construía con la conservación de la herencia cultural. Este es sólo fue un error causado por la modernización acelerada, algunos de los problemas que podemos mencionar son los siguientes: La idea de una educación de masas, de una igualdad entre niños y niñas para ingresar a la escuela, tuvo un impacto profundo en la promulgación de una reforma educativa que establecía la educación obligatoria para niños entre seis y 14 años de edad, donde se hacía hincapié en que los padres le brindaran atención y cariño a sus hijos, asegurándose que asistan a la escuela; un segundo error imprudente de parte del sistema educativo, se planeaba construir 53 760 escuelas elementales en toda la nación, sin que existiera los recursos estatales y locales para subsidiarla, por lo tanto, no se logró dicha estrategia; las escuelas que se construyeron significaron un costo muy alto, para ello, el gobierno feudal aumento los impuestos sobre las tierras, el enorme empobrecimiento entre los campesinos que no podían pagar la educación de sus hijos ( aparte de hacer el servicio militar, tenían que se forzados a ingresar a las escuelas) provocó una rebelión de inconformidad que acabo en la quema de muchas escuelas elementales(1873); ahora se agrega el siguiente problema a la anterior situación, como una medida para solucionar el conflicto con los campesinos, el viceministro Tanaka del Departamento de Educación y el Dr. Murray, pusieron en marcha la descentralización de las escuelas, que consiste en dejarle la responsabilidad a las comunidades de hacerse cargo de las escuelas, los campesinos inmediatamente pensaron de que se trataba de una treta para pagar la innovación de estas escuelas, rechazaron está vía de solución, entonces, los padres de familia comenzaron a retirar a sus hijos de las escuelas, de las cuales algunas fueron clausuradas y otras se consolidaron; en 1876, de 52 262 maestros, sólo uno de cada seis había sido preparado en las nuevas escuelas normalistas y muchos profesores terakoya no estaban preparados para el nuevo plan de estudios, es decir, falto poner énfasis en instruir por igual a todos los maestros mediante cursos o talleres; Por último, en 1872 se propuso la misión de Tomomi Iwakura, cuya finalidad era seguir trayendo expertos de diferentes países para construir sólidamente un sistema educativo que elevará las condiciones intelectuales, morales y físicas del Japón.
La mayor aportación en educación se la debían a Estados Unidos. Arinori Mori (un encargado de negocios) se apasionó tanto en esta aventura que se dedicó a investigar en las escuelas norteamericanas y con la ayuda del doctor David Murray obtuvo los mejores consejos para ser aplicados en Japón: se consiguieron planos para la construcción de escuelas superiores bien equipadas, leyes escolares, informes oficiales estatales, catálogos de las universidades y publicaciones sobre temas tan especiales como educación para sordos y mudos. Y textos pioneros para la preparación de maestros (Horace Mann y Henry Barnard).
Dr. Murray fue invitado para participar en la formación de un sistema educativo nacional utilitarista y ya en 1875 incluyo los siguientes logros en Japón: la introducción de una escuela elemental por grados y para ambos sexos; el uso de medios visuales, como mapas y pizarrones en las escuelas normales; la introducción de la ciencia ,, la historia y la geografía occidentales en la escuela elemental; la organización de conferencias regionales por un mes en todo el país, para dar capacitación docente a los profesores en servicio; y la extensión de la educación para mujeres.
Todo este avance en conocimientos occidentales fracaso, ya las escuelas elementales no rindieron frutos como las antiguas instituciones y se les critica una falta enorme en educación moral. Por tal motivo el Dr. Murray y Arinori Mori tuvieron que renunciar, esto marcó el fin del primer periodo de reforma liberal y de la influencia estadounidense sobre la educación japonesa.
En 1885 Arinori Mori fue el Ministro de Educación del primer gabinete moderno y la primera medida que adoptó fue publicar una serie de ordenanzas que organizaban el sistema educativo moderno. Con cuatro códigos (universidades, escuelas elementales, escuelas intermedias y escuelas normales) integró un sistema articulado y completo. Las escuelas subrayaron de nuevo: 1) lealtad al Estado-emperador, 2)la capacidad productiva y 3) la instrucción militar. En cada nivel, los cursos sobre moral recibían la mayor prioridad.
Otras modificaciones que se hicieron fue que la escuela normal, se convirtió como una especie de cuartel donde los estudiantes eran supervisados estrictamente y se tuvo mucha insistencia en los futuros maestros deberían promover más el nacionalismo en los jóvenes que su desarrollo intelectual. El nivel elemental siguió siendo para todos, mientras que la educación intermedia y superior era exclusivamente para varones, que estaban exigidos a pagar colegiatura. Además, niños pobres podían ser adoptados por familias ricas para casarlos con sus hijos y se les enviaba a la escuela.
Como un medio para subsanar las costumbres y tradiciones antiguas afectadas por las innovaciones educativas, y recuperar así el poder que había caracterizado al gobierno feudal imperialista, el emperador decretó una reforma sobre educación en 1890, que mencionaba que en todos los niveles educativos debería existir una tendencia a respetar el código moral confuciano y debía ponerse en práctica.
En resumen, Japón demostró tener sueños enormes en la construcción de su sistema educativo que respondiera a las necesidades de la nación, obtuvieron diversos conocimientos en diversas disciplinas, pero su deseo imprudente por alcanzar el mismo ritmo que la educación en Estados Unidos no les produjo el mismo resultado, se les había olvidado muchas cosas importantes como rescatar la herencia cultual de su pueblo, sus tradiciones y costumbres. La formación de los maestros era deficiente y se necesitaba un plan de educativo general que ubicará asignaturas importantes. Este proyecto era de largo plazo y en la actualidad Japón logró convertirse a pesar de estas dificultades, como una potencia mundial, debido a su gran insistencia por aprender y seguir aprendiendo. Algo que a México le hace falta es valorar los talentos que tienen y poner empeño por mejorar la situación precaria en la que viven la mayoría de los mexicanos. Se hacen tantos gastos inútiles para elecciones, para programas televisivos y nadie se preocupa por la educación. México es rico y falta ese interés, esas ganas de superación que demostró Japón.